Me encantan las películas que
usan la venganza o la retribución como tema central en su historia. Sea desde
un enfoque serio o simplemente como el impulsor de una película divertida de acción;
las disfruto muchísimo. Dicho esto, llegamos al filme en cuestión, una serie B
de la gloriosa década de los 80s, Eye of
the Tiger (1985) es una de esas cintas de acción de presupuesto limitado
que para muchos se quedó perdida en los anales del VHS. El título de la película viene prestado de la famosa canción
de rock del grupo Survivor que
usualmente relacionamos más con la franquicia cinematográfica que la hizo un
éxito, Rocky. Cabe mencionar que Eye of the Tiger además de tomar el título
prestado, también usa el icónico tema musical en su banda sonora.
Dirigida por Richard C. Sarafian,
un cineasta con algo de experiencia en películas de acción en los 70s y 80s, Eye of the Tiger cuenta la historia de
Buck Matthews (Gary Busey) un ex
veterano de la guerra de Vietnam, que es liberado de prisión. Buck decide
regresar a su esposa y pequeña hija a su pueblo natal en Texas, pero las cosas
no son como antes. Además de un sheriff de policía corrupto y obsesionado con
devolverlo tras las rejas, el pueblo es intimidado y gobernado por una violenta
pandilla de motociclistas. Después de un atentado contra su familia, Buck
decide declararle la guerra a esta pandilla, atrayendo la atención de su sádico
líder, Blade (William Smith).
Una pequeña joya del cine serie
B, con una o dos caras reconocibles, definitivamente Eye
of the Tiger es una película disfrutable. Además, tiene el privilegio de ser una de esas
películas donde muestran al gran actor Gary Busey como estelar e interpretando al bueno, ya que todos sabemos que la carrera de
Busey siempre estuvo afincada en interpretar a exagerados villanos y personajes
secundarios, porque seamos sinceros, esa clase de roles eran los que realmente encajaban con él. Al final de todo, en Eye of the Tiger tuvo
una de sus oportunidades de brillar por sí solo.
La película se toma su tiempo
en explorar el hecho de que el personaje de Buck Matthews se siente un
extranjero en su propia tierra después de salir de prisión, reviviendo
inmediatamente la enemistad con el sheriff del pueblo, y regresando a
su antiguo trabajo en construcción, pero ahora como obrero en lugar de su
antiguo puesto de capataz. El “incidente” que echa a andar la trama
de la película no ocurre como hasta que ya ha transcurrido la mitad de su duración,
pero desde ahí, naturalmente la cinta se vuelve mucho más divertida.
Desde Gary Busey colocando
trampas que decapitan motociclistas, una camioneta pick up lanzamisiles, y enfrentamientos cuerpo a cuerpo, Eye of the Tiger se pone en completo
modo revenge flick y es un disfrute total. Los personajes secundarios también funcionan. Tenemos al legendario Yaphet
Kotto interpretando a un policía amigo de Buck, que quizá sea el último vestigio
de honestidad en los oficiales de la ley del pueblo. El villano, que parece
sacado de una película de Mad Max es
interpretado por William Smith, un personaje de pocas palabras.
Todos los elementos se conforman
para hacer que Eye of the Tiger sea una experiencia totalmente disfrutable. ¿Memorable? Tal vez, no mucho. Pero sin
duda un revenge flick que no puedes
dejar pasar si eres fan de este tipo de cine, o al menos fan del grandioso Gary Busey.
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