2 de abril de 2014

Cinema Review - Captain America: The Winter Soldier (2014)

"This isn't freedom, this is fear."

Los esfuerzos de Marvel Studios por tener la supremacía en el ámbito superheróico continúan a todo vapor, con la llamada Fase 2 pasando a su segunda mitad. Digo, cualquier seguidor del cine y de los comics sabe como funciona esta dinámica; todo comenzó cuando Marvel Comics (ya como su propia casa productora cinematográfica Marvel Studios) lanzó a las pantallas Iron Man (Iron Man: El Hombre de Hierro, 2008) hace ya algunos años, como punta de lanza de un ambicioso proyecto crossover que crearía un universo compartido de películas de superhéroes que culminarían en el super blockbuster y fantasía geek conocido como The Avengers en el 2012, en aquel momento una distante posibilidad. Sobra decir que el plan funcionó y ha sido todo un éxito, dándole sus propias películas a héroes de menor perfil y rentabilidad, convirtiéndolos en rockstars como lo son Captain America, Thor, y hasta el mismo Iron Man. Marvel utilizó los derechos cinematográficos de superhéroes que aún no vendían a otras productoras, como hicieron con Spider-Man y los X-Men (propiedades de Sony y Fox, respectivamente) y de manera sorprendente creó lo que ahora todos conocemos como el Marvel Cinematic Universe, que consta ya de 9 costosas películas lanzadas hasta la fecha, y hasta se ha expandido a la televisión con la serie llamada Agents of S.H.I.E.L.D. La Fase 1 de esta conquista culminó en el 2012, y mientras nos acercamos al final de la Fase 2 con Avengers: Age of Ultron en el 2015, Marvel Studios ya ha lanzado tres películas incluyendo Iron Man 3, la más decepcionante de todo el roster y Thor: The Dark World (Thor: Un Mundo Oscuro, 2013) que ésta última aunque no fue mala, me gustó menos que la primera parte. Así llegamos a la película en cuestión, Captain America: The Winter Soldier (Capitán América y el Soldado del Invierno, 2014) la segunda aventura del superhéroe más patriótico de todos.

Creo que me es claro a mi mismo, que mientras la primera parte, Captain America: The First Avenger (Capitán América: El Primer Vengador, 2011) me pareció divertida y bien hecha, ha sido la que menos me gustó de la primera oleada de nuevas aventuras de Marvel. Reemplazando al director Joe Johnston para ésta secuela, con la interesante elección de los hermanos Anthony y Joe Russo, Marvel ha creado la mejor parte de la Fase 3 hasta ahora y una de las películas de superhéroes más interesantes de tiempos recientes. Con un guión de Christopher Markus y Stephen McFeely, y una sólida dirección de los Russo, la película mueve hacia adelante de manera considerable el arco narrativo general del Marvel Cinematic Universe y es la película de superhéroes más sobria desde la primera entrega de Iron Man o la trilogía de Batman de Christopher Nolan, la mayor arma de DC, el eterno némesis de Marvel.
El filme encuentra al Capitán Steve Rogers (Chris Evans) adaptándose al mundo moderno después de haber sido descongelado después de varias décadas, para los eventos de The Avengers. Rogers es el agente más preciado del órgano pacificador del gobierno estadounidense, S.H.I.E.L.D. donde trabaja al lado de la agente Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) en misiones súper secretas bajo la dirección de Nick Fury (Samuel L. Jackson). Rogers, siempre comprometido con la libertad y la transparencia, tiene dudas acerca de un proyecto secreto liderado por Alexander Pierce (Robert Redford), un alto miembro del Consejo de Seguridad Mundial. Al mismo tiempo que se enfrenta con un peligroso asesino soviético conocido solamente como The Winter Soldier, Rogers empieza a destejer una conspiración a nivel global que se remonta a muchos años atrás.
Wow. Nunca pensé que la película tuviera el enfoque que tiene. Me sorprendió de la mejor de las maneras. Se pregonó mucho que Captain America: The Winter Soldier es un thriller político con tintes de superhéroe, y no puedo coincidir más con eso; la película tiene elementos de una novela de Tom Clancy mezclados con sólida acción y el toque Marvel que la hace, pues, una película de superhéroes. La trama desecha en su gran mayoría cualquier aspecto sobrenatural explorado en películas pasadas, y se convierte en un  interesante comentario geopolítico acerca de seguridad nacional y lo que realmente significa el concepto de libertad; con esto no quiero decir que la película maneja sus temas de manera ultra seria y hasta propagandística, como lo hace, por ejemplo, The Dark Knight (Batman: El Caballero de la Noche, 2008). Es difícil discutir esto más a fondo sin develar interesantes giros en la trama, pero digamos que me gustó mucho como Captain America: The Winter Soldier hace reverencia a su predecesora y a sus películas hermanas de diferentes maneras logra actualizar elementos, tal vez fuera de tiempo, (la primera película está ambientada en la década de los 40s) a la época actual con éxito. Así mismo, esta película es la que conecta con lo que viene de manera más directa soltando varias referencias interesantes que los fans y no tan fans entenderán, además de que no estropeo nada diciendo que una de las escenas post créditos es un puente directo a Avengers: Age of Ultron.
Los hermanos Russo son una peculiar elección para directores, como lo fue en su tiempo Jon Favreau o incluso Kenneth Branagh para dirigir este tipo de proyectos, pero todos han mostrado ser una pieza clave en el enfoque y calidad de estas películas. Los Russo, con sólo créditos de comedia en su cinturón consiguen un tono correcto para la película, con momentos cómicos sin desbordar en el slapstick y las bromas incesantes de Iron Man 3  manejando también la intriga política y el drama con seriedad. Pasando a aspectos más prácticos, de las cosas que más admiré de Captain America: The Winter Soldier fue, a riesgo de sonar hueco, la acción. Despojada en la mayor manera posible de CGI y grandes efectos especiales; los tiroteos son intensos, las explosiones reales, las persecuciones veloces y el combate cuerpo a cuerpo es brutal. La acción no se ve mermada por ningún tipo de shaky cam o algún truco visual para darle estilo, así se siente old school y efectiva. Todo esto tiene el soporte de actuaciones muy competentes, comenzando por Chris Evans que una vez más encarna al norteamericano bonachón de manera correcta, el Capitán es un héroe a la antigua y Evans lo vende bien. Scarlett Johansson hace el chiste de dulce y mortal de nuevo; efectivo como siempre, al mismo tiempo que el otro héroe de reparto, interpretado por Anthony Mackie cumple con los momentos cómicos y con patear traseros. Samuel L. Jackson es un Nick Fury un poco más misterioso, más conspirador, más interesante. No seré el más grande fan de Robert Redford pero creo que el papel aquí fue a la medida, y Sebastan Stan fue un villano amenazador, una especie de Anti Capitán América.
Regresemos al punto de que Captain America: The Winter Soldier es una película palomera pues, pero una muy buena, con un balance correcto entre las diferentes emociones que maneja en su historia y de manera admirable no cae en el jingoísmo marca-Michael-Bay en el que muchas películas caen, y en el que ésta sin duda fácilmente podía caer. Lo mejor de la Fase 2 de Marvel hasta ahora; una película que le agrega emoción a este gran proyecto del Marvel Cinematic Universe y me hace ver como es posible darles enfoques no tan esperados a estas aventuras, mientras que aún se mantiene la identidad de un blockbuster de superhéroes. Keep ‘em coming

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