"I am the captain now."
Es difícil resistir la tentación
de ver, lo que pinta como un buen thriller.
Me encantan las películas que me mantienen al
borde de mi asiento, aunque suene cliché la frase y para muchos puede sonar
lógico, pero he conocido personas que no les gusta ir al cine a sufrir o a comerse las uñas. A mi me gusta experimentar cualquier sensación o
emoción que me de una película que me interesa, que llama mi atención, y
definitivamente, Captain Phillips (Capitán
Phillips, 2013) es una película que llamaba mucho mi atención. Recuerdo
haber oído en aquel entonces, del suceso ocurrido en abril del 2009, no presté
mucha atención, y no debió extrañarme que se convirtiera en una película
de Hollywood, como digo, no le puse mucha atención a los detalles, pero
recuerdo el hecho de que había piratas involucrados.
El verdadero Capitán Richard Phillips escribió un libro llamado A Captain’s Duty: Somali Pirates, Navy SEALS and Dangerous Days at the
Sea que contaba su increíble historia de sobrevivencia cuando una banda de
piratas somalís abordaron el barco comercial que dirigía, y poco después de que
el libro fue lanzado, Columbia Pictures ya era dueña de los derechos. Así, con
el actor Tom Hanks en el papel titular, y el audaz director Paul Greengrass a la
cabeza del proyecto se dio ésta película, que en mi opinión, sin tener una
historia muy ambiciosa, ni ningún tipo de trasfondo que va más allá de contar
una historia tensa, atrapante y de manufactura de calidad, es una de las
mejores del año.
El filme recuenta los hechos
reales que ocurrieron en el año 2009. El Capitán Richard Phillips (Tom
Hanks) lidera el Maersk Alabama,
un masivo barco contenedor estadounidense que lleva 17 mil toneladas métricas
de cargamento, incluyendo provisiones para las regiones más afectas en África.
En su ruta hacia Kenya, cuatro piratas somalís, comandados por Abduwali Muse (Barkhad
Abdi) abordan el barco buscando pedir un jugoso rescate millonario por
su cargamento y tripulación. Aparentemente sin ayuda inmediata en camino, el
Capitán Phillips debe pensar rápido y lograr de alguna manera despachar a
los impredecibles piratas, y mantener a salvo el barco y su tripulación.
Hablemos un poco del cineasta Paul Greengrass; que tiene un
excelente sentido para transmitir peligro y realismo en la pantalla. Esto lo
digo juzgando por el trabajo de él que me ha tocado ver; como son las dos mejores
entradas en la franquicia Bourne, The
Bourne Supremacy (La Supremacía
Bourne, 2004) y The Bourne Ultimatum (Bourne:
El Ultimátum, 2007) además del genial thriller bélico, Green Zone (La Ciudad de las Tormentas, 2010). En
estas tres obras protagonizadas por un excelente Matt Damon, Greengrass maneja
la cámara y la narrativa casi como un documental, close ups fríos y una cámara a veces temblorosa que te da la sensación
a momentos, de que un camarógrafo está ahí, en la historia, en medio de toda la
acción, dándole ese, pues, documentary
style. Desafortunadamente, en el momento que escribo esto, no he tenido la
oportunidad de ver su muy celebrada United 93 (Vuelo 93, 2006) pero seguramente luego lo haré. Es una habilidad envidable la de Greengrass, de siempre manejar un excelente ritmo para
el suspenso, el peligro, además de hacer que todo se sienta tan orgánico, tan real, sin quitarte
le experiencia cinemática, la experiencia de aventura y entretenimiento. Es por
eso, que sus películas funcionan en varios niveles; aunque son altamente
entretenidas, también las voltean a ver los snobs,
y los que usualmente no aprecian la maquinaria
Hollywoodense. Por eso, la franquicia Bourne,
es de las favoritas de los cinéfilos intelectuales, que no se sienten avergonzados por decir que les gusta, ya que porta un caché
especial, de lo que a veces no se dan cuenta, es que también puede ser la
franquicia favorita de Juan Pérez espectador-eventual-de-cine. Así son las películas de Greengrass, atrapan a todas las audiencias.
Captain Phillips es un ejercicio excelente en irle subiendo poco a
poco al nivel de intensidad, como ir girando la perilla de la estufa cada vez
más y más agregándole más y más fuego a la tetera, hasta que en un momento, hervirá
súbitamente. Además de la fría y
reveladora cámara de Greengrass, las actuaciones cargan el peso de una historia
sencilla que se eleva a un épico de sobrevivencia que se lleva a cabo solo en un par
de días. Sabemos que Tom Hanks, eleva todo lo que toca, un actor fenomenal, que
además de tener eso, talento actoral, tiene una autenticidad de everyman que le da extra legitimidad a
papeles como éste. Sobra decir que Hanks, casi por sí solo, pone en movimiento
toda la carga dramática del filme, desde el escalador inicio hasta el frenético
y emocional desenlace. Los actores que interpretan a su tripulación son caras
conocidas en pequeños papeles de reparto de
aquí y de allá pero funcionan como un pequeño ensamble que se siente auténtico
y efectivo. Los piratas somalís, son interpretados por nativos reales de ese
país, todos primeros actores, y todos fantásticos
y naturales en sus papeles. Barkhad Abdi, que ha sido notado más que sus compañeros,
es porque él interpreta al líder de la banda de piratas, además de que él
mantiene la relación más estrecha con el personaje principal y podríamos decir,
es el antagonista clave de la película. Abdi tuvo más exposición, pero sus
tres compañeros fueron igual de sólidos, al mismo tiempo que el resto del
elenco de reparto.
Se le podría acusar a Captain Phillips que cae en los caminos
ya marcados, Hollywoodenses de ondear
la banderita, y pregonar que nadie le
gana a los honorables y valientes Estados Unidos, pero creo que Paul
Greengrass (siendo inglés, por cierto) tiene una sensibilidad que va más allá
de eso, más allá de las caricaturas patrióticas de Michael Bay, o Roland
Emmerich (alemán, también por cierto) y elevan la película a algo más. A todos nos emociona y nos gusta una buena historia de sobrevivencia, de triunfo ante la cruel adversidad, y buenas historias ha habido; de antaño, como Alive (¡Viven!, 1993) y más recientes, The Grey (Un Día Para Sobrevivir, 2012). Captain Phillips es un cóctel que contiene las correctas medidas de drama, suspenso, emoción y hasta un poco de acción en una combinación
potente, una de las cintas más atrapantes que he visto en bastante tiempo, y
sin duda de las mejores del año. Me da aún más interés en ver que nos tiene
Greengrass para el futuro.
Totalmente de acuerdo contigo, Greengrass es como un rey midas que todo lo que toca se convierte en un éxito (esperemos que siga así y que no se le suba, aunque parece que va por buen camino). Me encanta de él ese feeling de que todo es "real", como si fuera documental como dices, y la cámara semi-temblorina su sello (y funciona más porque están en altamar jeje). Excelente director.
ResponderEliminarLo único que tengo un dilema, y esto no tiene que ver con Paul ni Tom ni nadie, supongo, son los somalís (no por racista). Quiero decir que hicieron un buen papel porque siento que es lo que tengo que decir y porque todo mundo lo dice, pero no sé si realmente lo siento; son demasiado acartonados y siento a veces que se nota que están actuando, y si dices que es la primera vez que actúan pues tiene sentido, pero, así se supone que se debe de sentir su actuación? Así actuarían si en verdad estuvieran robando un barco? No sé. De cualquier manera la película me encantó, de mis favoritas del año.
Tomando en cuenta que usualemente no vemos a actores somalís en pantalla, no tenemos mucho de donde juzgar, a mi me parecieron genuinos, y aunque no hayan sido actores profesionales, en el contexto de la película, ellos funcionan, creo yo.
ResponderEliminarClaro, "Captain Phillips" es de lo mejor del 2013.
No tiene que ver que sean somalís o rusos o mexicanos (por eso decía que supongo no es culpa de nadie) para poder comparar, sino que sus actuaciones se sientan acartonadas y que se note que son, pues actuaciones.
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