3 de diciembre de 2013

Cinema Review - Captain Phillips (2013)


"I am the captain now."  

Es difícil resistir la tentación de ver, lo que pinta como un buen thriller. Me encantan las películas que me mantienen al borde de mi asiento, aunque suene cliché la frase y para muchos puede sonar lógico, pero he conocido personas que no les gusta ir al cine a sufrir o a comerse las uñas. A mi me gusta experimentar cualquier sensación o emoción que me de una película que me interesa, que llama mi atención, y definitivamente, Captain Phillips (Capitán Phillips, 2013) es una película que llamaba mucho mi atención. Recuerdo haber oído en aquel entonces, del suceso ocurrido en abril del 2009, no presté mucha atención, y no debió extrañarme que se convirtiera en una película de Hollywood, como digo, no le puse mucha atención a los detalles, pero recuerdo el hecho de que había piratas involucrados. El verdadero Capitán Richard Phillips escribió un libro llamado A Captain’s Duty: Somali Pirates, Navy SEALS and Dangerous Days at the Sea que contaba su increíble historia de sobrevivencia cuando una banda de piratas somalís abordaron el barco comercial que dirigía, y poco después de que el libro fue lanzado, Columbia Pictures ya era dueña de los derechos. Así, con el actor Tom Hanks en el papel titular, y el audaz director Paul Greengrass a la cabeza del proyecto se dio ésta película, que en mi opinión, sin tener una historia muy ambiciosa, ni ningún tipo de trasfondo que va más allá de contar una historia tensa, atrapante y de manufactura de calidad, es una de las mejores del año.

El filme recuenta los hechos reales que ocurrieron en el año 2009. El Capitán Richard Phillips (Tom Hanks) lidera el Maersk Alabama, un masivo barco contenedor estadounidense que lleva 17 mil toneladas métricas de cargamento, incluyendo provisiones para las regiones más afectas en África. En su ruta hacia Kenya, cuatro piratas somalís, comandados por Abduwali Muse (Barkhad Abdi) abordan el barco buscando pedir un jugoso rescate millonario por su cargamento y tripulación. Aparentemente sin ayuda inmediata en camino, el Capitán Phillips debe pensar rápido y lograr de alguna manera despachar a los impredecibles piratas, y mantener a salvo el barco y su tripulación.
Hablemos un poco del cineasta Paul Greengrass; que tiene un excelente sentido para transmitir peligro y realismo en la pantalla. Esto lo digo juzgando por el trabajo de él que me ha tocado ver; como son las dos mejores entradas en la franquicia Bourne, The Bourne Supremacy (La Supremacía Bourne, 2004) y The Bourne Ultimatum (Bourne: El Ultimátum, 2007) además del genial thriller bélico, Green Zone (La Ciudad de las Tormentas, 2010). En estas tres obras protagonizadas por un excelente Matt Damon, Greengrass maneja la cámara y la narrativa casi como un documental, close ups fríos y una cámara a veces temblorosa que te da la sensación a momentos, de que un camarógrafo está ahí, en la historia, en medio de toda la acción, dándole ese, pues, documentary style. Desafortunadamente, en el momento que escribo esto, no he tenido la oportunidad de ver su muy celebrada United 93 (Vuelo 93, 2006) pero seguramente luego lo haré. Es una habilidad envidable la de Greengrass, de siempre manejar un excelente ritmo para el suspenso, el peligro, además de hacer que todo se sienta tan orgánico, tan real, sin quitarte le experiencia cinemática, la experiencia de aventura y entretenimiento. Es por eso, que sus películas funcionan en varios niveles; aunque son altamente entretenidas, también las voltean a ver los snobs, y los que usualmente no aprecian la maquinaria Hollywoodense. Por eso, la franquicia Bourne, es de las favoritas de los cinéfilos intelectuales, que no se sienten avergonzados por decir que les gusta, ya que porta un caché especial, de lo que a veces no se dan cuenta, es que también puede ser la franquicia favorita de Juan Pérez espectador-eventual-de-cine. Así son las películas de Greengrass, atrapan a todas las audiencias.

Captain Phillips es un ejercicio excelente en irle subiendo poco a poco al nivel de intensidad, como ir girando la perilla de la estufa cada vez más y más agregándole más y más fuego a la tetera, hasta que en un momento, hervirá súbitamente.  Además de la fría y reveladora cámara de Greengrass, las actuaciones cargan el peso de una historia sencilla que se eleva a un épico de sobrevivencia que se lleva a cabo solo en un par de días. Sabemos que Tom Hanks, eleva todo lo que toca, un actor fenomenal, que además de tener eso, talento actoral, tiene una autenticidad de everyman que le da extra legitimidad a papeles como éste. Sobra decir que Hanks, casi por sí solo, pone en movimiento toda la carga dramática del filme, desde el escalador inicio hasta el frenético y emocional desenlace. Los actores que interpretan a su tripulación son caras conocidas en pequeños papeles de reparto de aquí y de allá pero funcionan como un pequeño ensamble que se siente auténtico y efectivo. Los piratas somalís, son interpretados por nativos reales de ese país, todos primeros actores,  y todos fantásticos y naturales en sus papeles. Barkhad Abdi, que ha sido notado más que sus compañeros, es porque él interpreta al líder de la banda de piratas, además de que él mantiene la relación más estrecha con el personaje principal y podríamos decir, es el antagonista clave de la película. Abdi tuvo más exposición, pero sus tres compañeros fueron igual de sólidos, al mismo tiempo que el resto del elenco de reparto.

Se le podría acusar a Captain Phillips que cae en los caminos ya marcados, Hollywoodenses de ondear la banderita, y pregonar que nadie le gana a los honorables y valientes Estados Unidos, pero creo que Paul Greengrass (siendo inglés, por cierto) tiene una sensibilidad que va más allá de eso, más allá de las caricaturas patrióticas de Michael Bay, o Roland Emmerich (alemán, también por cierto) y elevan la película a algo más. A todos nos emociona y nos gusta una buena historia de sobrevivencia, de triunfo ante la cruel adversidad, y buenas historias ha habido; de antaño, como Alive (¡Viven!, 1993) y más recientes, The Grey (Un Día Para Sobrevivir, 2012). Captain Phillips es un cóctel que contiene las correctas medidas de drama, suspenso, emoción y hasta un poco de acción en una combinación potente, una de las cintas más atrapantes que he visto en bastante tiempo, y sin duda de las mejores del año. Me da aún más interés en ver que nos tiene Greengrass para el futuro. 

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Greengrass es como un rey midas que todo lo que toca se convierte en un éxito (esperemos que siga así y que no se le suba, aunque parece que va por buen camino). Me encanta de él ese feeling de que todo es "real", como si fuera documental como dices, y la cámara semi-temblorina su sello (y funciona más porque están en altamar jeje). Excelente director.

    Lo único que tengo un dilema, y esto no tiene que ver con Paul ni Tom ni nadie, supongo, son los somalís (no por racista). Quiero decir que hicieron un buen papel porque siento que es lo que tengo que decir y porque todo mundo lo dice, pero no sé si realmente lo siento; son demasiado acartonados y siento a veces que se nota que están actuando, y si dices que es la primera vez que actúan pues tiene sentido, pero, así se supone que se debe de sentir su actuación? Así actuarían si en verdad estuvieran robando un barco? No sé. De cualquier manera la película me encantó, de mis favoritas del año.

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  2. Tomando en cuenta que usualemente no vemos a actores somalís en pantalla, no tenemos mucho de donde juzgar, a mi me parecieron genuinos, y aunque no hayan sido actores profesionales, en el contexto de la película, ellos funcionan, creo yo.

    Claro, "Captain Phillips" es de lo mejor del 2013.

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  3. No tiene que ver que sean somalís o rusos o mexicanos (por eso decía que supongo no es culpa de nadie) para poder comparar, sino que sus actuaciones se sientan acartonadas y que se note que son, pues actuaciones.

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