4 de enero de 2014

Cinema Review - Escape Plan (2013)

"I'll burn this fucking place to the ground on my way out."

Me parece triste el saber que para muchos, la película en cuestión pasó por las salas de cine sin pena, ni gloria, además de que no causó mucho impacto en la taquilla estadounidense cuando fue lanzada en pantallas. Digo triste porque para muchos otros, como yo, ésta película no es nada menos que un sueño, una fantasía hecha realidad. Así es, Escape Plan (Plan de Escape, 2013) es algo que muchos soñábamos en las épocas de los 80s y 90s donde los héroes de acción dominaban las pantallas de cine, donde la idea de un película coprotagonizada por  Stallone y Schwarzenegger era una total explosión de testosterona cinematográfica y placer geek. Claro, podríamos ponernos técnicos y decir que Schwarzenegger ya se encontró con Stallone en el homenaje al cine de acción de antaño, The Expendables (Los Indestructibles, 2010) pero su aparición fue reducida a un cameo que la verdad causó más risa involuntaria que emoción o nostalgia. Su papel fue posteriormente extendido a algo mucho más badass y significativo en The Expendables 2 (Los Indestructibles 2, 2012), pero Stallone y Schwarzenegger nunca habían sido reunidos en forma en la pantalla grande hasta ahora con Escape Plan. La película es dirigida por el sueco, Mikael Hafström, director de la sólida adaptación de Stephen King, 1408 (2007), su thriller con tintes Hitchcockianos, Derailed (Descarrilados, 2005) no me impresionó, pero uno nota que Hafström tiene un ojo sin pretensiones y muy capaz. Además de juntar a estos dos grandes en la misma película, Escape Plan llamaba la atención al tener un aura reconocible, un aura que trae recuerdos de esos violentos filmes de acción de décadas pasadas.
Ray Breslin (Sylvester Stallone) es un Houdini, un maestro de la desaparición, él puede escaparse de toda prisión hecha por el hombre. Un experto en instituciones carcelarias que trabaja para una compañía contratada por el gobierno estadounidense para probar que sus prisiones de máxima seguridad son, exactamente, eso. Cuando sus servicios son requeridos por la CIA para probar la efectividad de una nueva cárcel secreta operada por el sector privado, el orgulloso Breslin no pierde oportunidad para tomar el reto.  Una vez en la prisión conocida como La Tumba, se topa con el implacable alcaide Willard Hobbes (Jim Caviezel) que no dejará que vea la luz del día de nuevo. Traicionado y rehusándose a quedarse preso por el resto de su vida, Breslin unirá fuerzas con otro recluso, el misterioso Emil Rottmayer (Arnold Schwarzenegger) y juntos buscarán la manera de escapar de la prisión más segura del mundo.

Me gustaba más cuando éste proyecto tenía su título original, The Tomb o en español, La Tumba, me parecía más enigmático, más interesante, pero debo decir que el cambio al más genérico Escape Plan le agrega más a ese estilo 80s/90s que tanto le favorece a la película. Aunque Schwarzenegger y Stallone se han empeñado en revivir ese cine que los hizo famosos hace muchos años, en mi opinión el único que ha podido emular de cierta manera la vibra de aquel tipo de películas fue Stallone, con su Bullet to the Head (El Ejecutor, 2013) dirigido por el pionero de la vieja escuela, Walter Hill que fue divertido, algo genérico, anticuado y un excelente ejemplo de lo que intentan hacer. Ni sus Expendables, ni The Last Stand (El Último Desafío, 2013) protagonizada por Schwarzenegger han capturado del todo la esencia necesaria para sentirse como un verdadero throwback, todas estas he disfrutado debo aclarar, pero simplemente se sienten demasiado del ahora.
 
Puedo decir que al momento de escribir esto Escape Plan es el ejemplo, después de Bullet to the Head que más se le acerca a este tipo de fórmula, además de que se ayuda tomando un escenario popular para este tipo de filmes. Recordemos que Stallone ya intentó escapar de prisión en la cinta Lock Up (Condena Brutal, 1989) una película que tiene más tintes de drama y de thriller, que de acción, pero también podemos citar Death Warrant (El Rudo, 1990) protagonizada por Jean Claude Van Damme, entre otras. Se hace obvio ver que la prisión es una ambientación lógica para este tipo de películas, siendo un lugar lleno de testosterona, peligro. Hasta podemos ver ejemplos de prisiones como secuencias aisladas en otras películas de acción como en Tango & Cash (1989) donde el mismo Stallone y Kurt Russell terminan encarcelados después de ser inculpados por crímenes que no cometieron, también Nicolas Cage se infiltró en una cárcel de máxima seguridad en Face/Off (Contracara, 1997) y hay muchos ejemplo más. Sobra decir que siempre han sido lugares para ambientar películas divertidas y emocionantes.
Volviendo a Escape Plan, la película posee una estructura fácil de seguir y una trama lo suficientemente simple como para enfocarse en la acción y las risas ocasionales, que en descifrar irrelevantes puntos en la historia. Tenemos todos los arquetipos cubiertos, el villanezco alcaide, el prisionero amigazo, el prisionero antagonista, y claro, el guardia que funge como matón privado del alcaide. Podrá sonar como que menciono esta checklist como algo malo, pero repito, este tipo de cosas son las que hacen a Escape Plan más nostálgica y carismática. La película por supuesto necesita su cantidad considerable de suspension of disbelief ya que a veces ésta cárcel de súper-máxima-mega-alta-seguridad no lo parece tanto, pero todo es parte del espectáculo. La acción es la necesaria, con unos buenos intercambios de golpes entre reos, guardias, y hasta Stallone y Schwarzenegger se dan un par de cachetadas entre ellos. Los tiroteos están a la orden del día, claro está, especialmente cuando se acerca el clímax. La película tiene acción, claro, pero mis partes favoritas y las que creo yo que están mejor ejecutadas son las secuencias de planeación/escape que se dan con Stallone estudiando sus alrededores y llevando a cabo estrategias a veces un poco inverosímiles pero entretenidas. El filme porta una clasificación R que da libertad a sus personajes de maldecir y hablar cochino además de mostrar sangre brotando de los predominantes hoyos de bala. Una obligación para hacer este tipo de cine como debe de hacerse.


Tenemos a un Stallone jugando entre serio y carismático, cargando el rol protagónico de manera correcta, y a un Schwarzenegger excelente haciendo un contrapeso cómico y menos disciplinado dándole rienda suelta a su lado chistoso, conservando el cool de siempre, con one liners y todo lo necesario. Es importante apuntar que ambos protagonistas dejan ver su edad un poco más aquí en esta película, y la verdad sus personajes se ven más auténticos gracias a ello; no le tengan miedo a las canas y a las arrugas, son viejos, pero siempre serán un par de badasses. Jim Caviezel es un gran actor, y definitivamente encarna al alcaide infernal sin problema alguno, Vinnie Jones es un poco desechado como el guardia/matón principal y Sam Neill es definitivamente desperdiciado en un papel sin peso, ni mucho propósito más que avanzar la trama. El reparto se conforma de una Amy Ryan, que se aparece aquí para desperdiciar su talento actoral en un papel que no puede vender del todo y el rapero Curtis ’50 Cent’ Jackson  interpreta un genio de las computadoras que no le va para nada, además que su personaje también es completamente olvidable. El genial Vincent D’Onofrio es el ambicioso jefe de la compañía para la que el personaje de Stallone trabaja y pues, D’Onofrio siempre es bueno en lo que hace. Un sólido elenco eleva el material, aunque algunos de ellos estén desperdiciados en un libreto que es algo escueto en caracterización. Los momentos serios funcionan y los cómicos funcionan aún mejor con Stallone y Schwarzenegger aplicando comedia en momentos exagerada o anticuada, pero siempre efectiva.
El filme de vez en cuando tiende a rayar en lo ridículo, pero ¿Qué película de este tipo no lo hace? Es una delicia vera a los dos íconos del cine de acción rebotándose líneas y chistes malos uno con el otro. Recuerdo aquel evento, donde por fin reunirían a Robert De Niro y Al Pacino como compañeros, donde podrías verlos a los dos en el mismo cuadro; a fin de cuentas Righteous Kill (Frente a Frente, 2008) resultó ser una decepción de nivel monumental. No digo que Escape Plan sea lo que todo el mundo esperaba de la reunión de estos dos grandes, tal vez hubiera estado mejor algo más épico, más violento, más ambicioso, que sé yo. Por lo que es, la película funciona como un producto bien hecho, entretenido, satisfactorio, y emula bien al tipo de cine que hizo a Stallone y Schwarzenegger estrellas de cine; eso ya es decir bastante.