"I don't know what it is but, it's definitely alive".
Nunca es mal momento para una
buena película de terror/ciencia ficción, una combinación de géneros que en
particular disfruto mucho, y también creo que es una combinación de géneros que
siempre tiene mucho potencial a no funcionar. Por cada Alien (Alien: El Octavo Pasajero, 1979) o The
Thing (La Cosa del Otro Mundo,
1982) hay 5 o más The Tommyknockers (Los
Tommyknockers, 1993). Debo confesar, que The Last Days on Mars me
ha encontrado desprevenido, a lo que me refiero es que, no sabía de su
existencia, hasta que me topé con su tráiler
en línea. Digo, es algo positivo a veces ese factor sorpresa; inmediatamente me
llamó la atención la película y cuando tuve la oportunidad de echarle un
vistazo, lo hice. El filme es el primer largometraje del irlandés Ruari
Robinson, y aunque tiene un elenco con un par de caras reconocibles, de alguna
manera, me aventuro a decir que pasó por
debajo del radar de muchos aficionados del género. La película es basada en
una historia corta llamada The Animators escrita
por Sydney J. Bounds, y el guión corre a cargo de Clive Dawson, cuyo trabajo se
ha limitado a episodios de televisión en series de no muy alto perfil. El
talento creativo detrás de la película deja mucho que desear, ya que podría
decirse que son primerizos en éste
tipo de proyectos, pero siempre es bueno dar la oportunidad, en especial
cuando, al menos el tráiler, pinta
bien. Digo yo, ¿no?
En un futuro no especificado, la película
nos sitúa a escasas 19 horas de que acaben los 6 meses de estadía de una misión
en el planeta Marte. Una tripulación de astronautas de varias naciones,
comandados por el capitán Charles Brunel (Elias Koteas) que incluye al
ingeniero en sistemas, y héroe-por-default,
Vince Campbell (Liev Schrieber), a la terca científica, Kim Aldrich (Olivia
Williams), entre otros; están a punto de irse, cuando uno de ellos hace
un monumental descubrimiento, vida bacteriana en Marte. Antes de que cualquiera
pueda celebrar el suceso, esta bacteria alienígena revela su naturaleza
destructiva, infectando a la tripulación, matándolos, y posteriormente,
resucitándolos como una especie de zombies
espaciales con ningún otro objetivo
más que destrozar a todo ser vivo a toda costa.
El cine nos ha enseñado que las
exploraciones al planeta Marte nunca salen del todo bien, o nunca traen resultados
positivos. Podemos revisar la historia comenzando con dos películas bastante
mediocres lanzadas el mismo año, que son con las que el filme en cuestión más
comparte similitudes: Red Planet (Planeta Rojo, 2000) y Mission to Mars (Misión a Marte, 2000) éste último, sin
duda, uno de los tropiezos más feos de Brian De Palma; dos ejemplos de como las
misiones al planeta rojo no terminan bien, por más buenas intenciones que se tengan. Podemos recordar también, en una liga diferente, el show de terror serie B dirigido por John Carpenter, Ghosts
of Mars (Fantasmas de Marte,
2001) como una película subestimada que a fin de cuentas dejó un buen sabor de
boca, y se aprecia más con el paso del tiempo, o inclusive hasta el hit de culto del genial, Paul Verhoeven, Total Recall (El Vengador del Futuro, 1990). El hombre
ha estado explorando cinematográficamente al planeta Marte desde los años 50s,
y la verdad, The Last Days of Mars no
la agrega nada nuevo al panorama. La película desarrolla su trama rápidamente,
sin importarle mucho conocer a sus personajes, y lo que empieza o se pinta como
una película de misión en el espacio
de corte más existencial tal vez,
rápidamente se disuelve a un desmadre
de elementos que no tienen mucha coherencia unos con otros. Digo, me encanta el
terror ramplón y violento, pero The Last
Days of Mars no hace nada para sustentarlo, y no es particularmente
divertido. La película me hizo sentir a momentos, como que estaba viendo una
especie de versión de bajo presupuesto de Prometheus (Prometeo, 2012) en el peor
de los aspectos, claro. Veámoslo así, en un momento estamos presenciando las
dinámicas de un grupo de personajes, hasta cierto punto auténticos, que
discuten el significado de su estadía en Marte, y en otro momento no muy
alejado vemos como el primer, llamémosle space
zombie, ataca a una víctima con un taladro. La película tiene serios
problemas de identidad, y el director Ruari Robinson al parecer, no supo
decidir que avenida tomar.
Si algo bueno puedo decir de la
película, es que el talentoso elenco ayuda a vendernos este crudo concepto y
hace mucho más tolerable toda la historia. Liev Schrieber, siempre es un placer
ver para mi, aquí hace un papel competente como el stock hero, Elias Koteas también siempre agracia la pantalla con
una ambigua naturaleza y genuinidad. Romola Garai y Olivia Williams dan
contrapeso femenino, sólido y bien actuado. Vaya, que desperdicio de elenco, en
un concepto tan poco cocinado.
The Last Days on Mars no es lo peor que hayas visto, ni en el
terror, ni en la ciencia ficción, y tampoco en las películas de misión a Marte, sino que tenía los
elementos y herramientas para ser algo más allá de una manchón rojo de terror
apestoso a las peores modas cinematográficas del Y2K. Tal vez, elevé mis expectativas más de lo debido, no sé, los
fans del terror y la ciencia ficción quizá no estén del todo decepcionados, es
un ejercicio corto, en veces tenso, y bien actuado; la lástima es esa cruz que carga un sinnúmero de
películas: que pudo ser mucho más.